La música prohibida por las dictaduras IV: Vladimir Putin

Vladimir Putin

Autor: Tamara Ludmila

Aunque no se le reconoce popularmente como dictadura al gobierno de Vladimir Putin, no es desconocido que la ley de Rusia solo permite la presidencia a una misma persona por dos mandatos y Putin, de un modo u otro, ha logrado preservar el cargo por cuatro, es decir, ha estado en el poder por más de veinte años.

Dentro del debate sobre la legitimidad de su poder, estalló el caso de una banda femenina de punk-rock que alcanzó cobertura internacional. Se trata de la banda Pussy Riot, un grupo de siete mujeres cuyas canciones se dirigían en contra del presidente (a quienes ellas mismas se refieren como dictador) y abogaban a favor de los derechos de las mujeres, de la comunidad LGBT y se manifestaban en contra de la represión artística en Rusia.

Cuando el presidente ruso fue reelegido en 2012, integrantes de la banda se presentaron en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, donde interpretaron su canción “Madre de Dios, ¡Fuera Putin!”, lo que llevó a tres miembros a ser arrestadas y sentenciadas a dos años de cárcel y tortura.

El caso fue adoptado por organizaciones internacionales de derechos humanos y Amnestía Internacional escribió una carta abierta al gobierno ruso exigiendo la liberación de las integrantes. La carta fue firmada por cien músicos de renombre internacional, en donde destacan Adele, Bryan Adams, Arcade Fire, Arch Enemy, Bjork, Madonna, Paul McCartney, Ruben Blades, Coldplay, Tracy Chapman, Billy Joel, Elton John, Kesha, Annie Lennox, Alanis Morrissette, Ozzy Osbourne, Radiohead, Bruce Springsteen, Sting, Harry Styles, U2, Eddie Vedder; por nombrar algunos.

Después de su liberación, la banda punk siguió protagonizando actos y canciones de protesta en contra del gobierno ruso y a favor de los derechos humanos. Su fama les ganó millones de seguidores y sus atuendos (sus vestidos entallados y sus pasamontañas coloridos) se volvieron íconos de la lucha feminista. Pasaron a tomar esquemas internacionales y produjeron canciones en contra de Donald Trump, la brutalidad policiaca, el machismo, entre otros temas que son más relevantes que nunca en el 2020.

La música es tan solo una diversificación del orden de ocho notas. Tan solo ocho notas. ¿Por qué pueden provocarle tanto temor, enojo, angustia, ocho notas a personajes fríos y calculadores como los dictadores? ¿Y por qué siempre se apresuran a explotarla y modificarla a su favor? ¿Qué opinas? ¿El poder de la música es tan inmenso como se le teme, o se trata simplemente de caprichos históricos?

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