Kim Jong-Un
Autor: Tamara Ludmila
El gobierno de Corea del Norte ha aplicado numerosas restricciones para censurar cualquier medio de comunicación que provengan del extranjero, incluyendo la música. La entrega de radios con frecuencias limitadas, canales televisivos únicamente locales, la prohibición del internet internacional, entre otros, ha hecho que los ciudadanos solo tengan acceso a un contenido revisado o creado por las autoridades, siendo así la mayoría, propaganda política.
La única música permitida es, mayoritariamente, la clásica, la folclórica y las óperas épicas donde se alaba a los líderes norcoreanos, así como se conmemoran los triunfos militares y políticos del país. Si un ciudadano es sorprendido con música distinta a la mencionada, se les puede castigar con meses o años de reformatorio, tortura, esclavitud o, en el peor de los casos, fusilamiento. En los últimos años, se han dado a conocer redadas protagonizadas por militares donde, bajo órdenes de Kim Jong-un, se incendiaron comercios locales por tan solo poseer un título musical prohibido.
Ópera escrita por Kim Jong II, dedicada a él mismo y presentada en un concierto para Kim Jong-un.
Para regular los contenidos musicales del país, el gobierno cuenta con planes de control poblacionales que empiezan desde la temprana edad de los ciudadanos. Por ley, los niños de Corea del Norte deben ser internados en instituciones educativas donde se les instruye sobre la historia de su país a través de las artes. Las materias de música y poesía son obligatorias. Se les enseña con estricta disciplina a tocar instrumentos, cantar y bailar. Es así como desde la infancia pueden interpretar números a favor de la dictadura o bien, ser partícipes en shows y festivales que mejoren la imagen del país.
Niños norcoreanos de kínder tocan con increíble habilidad la guitarra.
Este aprendizaje temprano ha llevado a una gran parte de la población a ser música y aunque hay una selección de estudiantes talentosos para ser asignados a instituciones musicales y artísticas gubernamentales (para que solo compongan obras autorizadas) es común ver a personas de otros oficios saltando al mundo del espectáculo nacional, como es el caso de las militares que forman grupos musicales patriotistas.
El famoso K-pop, el pop de Corea del Sur que se ha popularizado hasta en nuestro país, ha sido fuertemente prohibido en Corea del Norte (aunque Kim Jong-un ha admitido gustarle). El éxito del género, sin embargo, ha logrado su introducción ilegal en el territorio a través de USBs y ha generado la sospecha de ser el género más contrabandeado en la historia del país. Incluso se han reportado clubs nocturnos clandestinos dentro de edificaciones abandonadas donde es el único tipo de música que se reproduce. En esfuerzos por modernizar la propaganda, Kim Jong-un fundó un grupo basado en el género (aunque más bien parece grupo de los 70s), cuyas cantantes son miembros de la milicia:
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