Este articulo es una traducción de una publicación de The Strad y el autor es la Chelista Gabriela Swallow, donde comparte su camino para construir su identidad musical única y ayudar a otros músicos a pensar “fuera de la caja”.
Gabriela comparte 3 cosas que han sido esenciales para ella como artista para pensar fuera de la caja.
1. Rodéate de personas que piensen como tu.
Si convives con personas que piensan diferente dentro de su profesión , te puede dar la confianza en construir tu carrera y a sentirte menos aislado. En mi caso me ayudo a colaborar con músico para los que la division entre géneros era difusa; colegas que creían que era igualmente genial tocar a Ronnie Scott con grandes músicos de Jazz y presentarse en Wigmore con un cuarteto de cuerdas.
2. Combina tus intereses No-musicales con la creación de música.
Si tienes interés en cualquier cosa (Desde comida a poesía , arte o moda) y puedes encontrar maneras de incorporarlo con integridad, entonces hazlo! No tiene nada de malo presentar música en un formato tradicional, pero ahora tenemos la suerte de poder decidir como artistas del escenario y miembros público la manera en la que presentamos nuestra música.
3. Cree en ti mismo.
Todos tienen una ruta y carrera diferente. En algunos casos el tiempo puede ser la clave. La falta de confianza puede detenernos más que la falta de habilidad en la música. Debido a los cambios en mi propia vida ahora tengo el impulso para construir la carrera que yo quería comenzar hace 10 años. No hay un camino seguro y esto es una da las cosas mas emocionantes en la vida de los artistas.
Experiencias que cambian tu visión
Cuenta Gabriela a The Strad: Tuve una relación compleja con la música . Desde los 9 años estudiaba Chelo en la Escuela de música Chetham en Manchester y un año después vi Gawain de Sir Harrison en la Casa de Opera Real en Londres. «Esto me transformo de la noche a la mañana de ser una niña obsesionada con la música clásica a obsesionarme con la música experimental, aun húmeda en la pagina. Me dí cuenta de que mi pasión por la música era diferente de la de muchos de mis compañeros, a veces incluso me sentía como si guardara un oscuro secreto. Me encantaba el sondo atonal y disonante de los acordes, el mismo que hacía que los demás se rieran nerviosamente. Me gustaba tocar el cello de manera poco convencional. Prefería improvisar durante horas antes que sentarme a practicar el concierto de Romberg para cello».
La idea de presentar algo nuevo a la audiencia por primera vez siempre me ha dado una sensación de satisfacción musical.
Después de terminar mis estudios y recibir becas junior en el Colegio Real de música de Londres, me casé con un exitoso compositor y tuve dos hijos a los 31 años. Mis circunstancias cambiaron los tres años siguientes y comenzó mi vida de madre soltera, tuve que reiniciar una carrera que nunca había tenido tiempo de desarrollar y crecer. Mi intento era asegurar un trabajo en la orquesta.
En este video aparece Gabriela acompañada en el piano por Ian Shaw