¿Has probado a ponerle a tu hijo música clásica alguna vez? ¿Sabías que, en el primer año de su vida, los sonidos y la música tienen un papel muy importante en la evolución de las emociones e inteligencia del pequeño?
La música puede ser un gran aliado para situaciones en las que agotes todas las posibilidades para calmar a tu bebé. Anímate y mira sus beneficios. Estarás sentando unas buenas bases educativas en la enseñanza de tu hijo.
Sonidos desde antes de nacer
La mejor música para un bebé, sin duda, es el sonido que emite su mamá, pues es el que ha estado escuchando durante nueve meses, los que dura el embarazo, en el que probablemente le habrás hablado a tu barriguita como si estuvieras viendo la cara de tu bebé, le habrás cantado canciones de cuna cuando ha pegado pataditas o lo has notado inquieto e incluso le has hablado mientras paseabas, contemplabas un paisaje o escuchabas tu música favorita.
Dado que la música es vibración, es importante que sepamos en qué circunstancias utilizarla. Si el bebé está nervioso o con un llanto incontrolable, lo ideal es ponerle música relajante y tranquila, a la par que armoniosa. Si por el contrario, este se encuentra sereno es el momento ideal para hacer uso de una música con un ritmo y estilo diferente, es decir, más vigorosa y animada.
Beneficios de la música en los bebés
La música clásica es muy buena para los niños por su gran variedad de beneficios, ya que ella sola puede aportarles tranquilidad, estimulación, les puede ayudar a concentrarse y además consigue que tengan una mayor sensibilidad en lo que al arte se refiere. Esto es un adelanto. En las siguientes líneas te los explicamos de manera más argumentada.
1. Ayuda a aumentar la capacidad de memoria, atención y concentración. También aumenta la capacidad de escuchar algo de manera tranquila, serena y fomenta el valor de la paciencia.
2. Promueve el aprendizaje ya que con ella los niños van descubriendo nuevos sonidos y ritmos. La variedad es muy extensa, por lo que el aprendizaje se intensifica con cada melodía nueva.
3. Estimula la creatividad, la imaginación y la coordinación. Esto último especialmente cuando la combinan con el baile o con movimientos, ya que también se fomentará el desarrollo de los músculos y el equilibrio.
4. Favorece el hecho de que a los niños les guste la música en todo su abanico de posibilidades y que en el futuro elijan con mayor facilidad la música que quieran como preferida.
5. Estimulará la pasión de los niños por los instrumentos musicales y les dará ganas de comenzar a tocar alguno de los miles que existen en el mercado musical.
Cualquier pieza de música es buena para los niños, aunque entre sus favoritas siempre están los temas de grandes compositores como Mozart, Bach o Vivaldi. Entre las composiciones que más gustan entre los bebés podemos destacar: las sonatas del primero, los conciertos del segundo o Las cuatro estaciones del tercero.
Cuando van a la guardería cantan con otros niños. En este sentido, es bueno buscar y cantar canciones que puedan compartir, no solo fuera de casa sino con la familia también. Por ejemplo, son ideales las canciones rítmicas que repiten estribillos que se pueden acompañar de gesticulación o bailes sencillos.
Por último, será muy importante que vigiles el volumen de la música. Debes procurar que el volumen sea bajo al principio e ir subiéndolo poco a poco a medida que tu bebé va creciendo. Si no cuidas esto puedes provocar que tu bebé sufra de oído o se acostumbre a tonos intensos, por lo que también gritará al hablar por costumbre.
Este Articulo fue escrito por el Equipo de Superpadres.com
Imagen: LugerLA / Flickr.com