La valentía de ser músico o artista

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Foto: Mace Maclean | Flickr.com

Este texto titulado «LA VALENTÍA DE LOS ARTISTAS» Fue escrito por Leire Navaridas.

No son pocas las ocasiones en las que se hace referencia a los artistas en términos de vagos, caraduras o incluso parásitos sociales. Porque no “trabajan”, porque no cumplen  horarios, ni fichan, ni necesitan presentar a final de mes un informe que demuestre que han cumplido los objetivos preestablecidos por sus jefes. Hay algunos que incluso llegan a cobrar miles de euros por un trabajo de horas! Volviendo así al comienzo, aquellos que valoran desde esa perspectiva a los artistas, no están teniendo en cuenta lo complicado y lo valiente que hay que ser para dedicar la vida a desarrollar una carrera artística.

Precisamente el vivir sin normas, dentro de un sistema social que procura reglamentar todo, donde la iniciativa individual se intenta limitar al máximo, es todo un acto de poder y valentía. Para vivir así el criterio y la confianza en el trabajo propio han de ser inmensos, pues el cuestionamiento de esa forma de vida va a ser puestos sobre la mesa continuamente: familia, amigos, vecinos, etc. La apuesta por el arte se juega a diario, en cada acción, en cada obra, en cada exposición. No hay que olvidar que el trabajo creativo requiere tanto de una enorme introspección como de una especial observación y empatía con lo que nos rodea.

El artista se enfrenta así, en un proceso lento, silencioso y meditativo, a una realidad de la que muchos otros intentan a toda costa escapar. Me atrevería a afirmar que éstos últimos son precisamente los que más menosprecian el trabajo y proceso artísticos, pues ellos de alguna forma no se permiten conectar con aquello que transmite el arte. Se trata de los sentimientos, de las emociones, de las sensaciones o pensamientos que acompañan a las personas.

Sean positivos o negativos, hay que ser valiente para enfrentarse a ellos, pues uno encuentra muchas injusticias, desengaños o desilusiones, tanto de piel adentro como hacia fuera. Sin embargo, el hecho de pararse y enfrentarse a ello, observando, analizando, entendiendo sus orígenes, nos ayuda a colocarlas en el lugar que les corresponde, pudiéndonos librar así de mucha pena, culpa, frustración o miedo. Bien sea a través de la belleza, del humor, de la crítica o del cuestionamiento, la creación artística puede suponer una liberación importante, pues mediante ella, le hemos dado salida a aquello que nos llamaba desde nuestro interior. El afán y la ilusión por aportar o cambiar algo se encuentran intrínsecos en cada obra de arte. El conectar con ello dependerá en parte de lo abiertos que nos coloquemos frente a la pieza. La intensidad de la conexión dependerá a su vez, de la profundidad desde la que se haya elaborado la misma.

Podría decirse que un artista cuando expone su obra públicamente, se desnuda interiormente. Mantenerse firme, sin ropa, sin protección, sin escudos, ante otras personas es un acto de enorme valentía, pues implica el haberse descubierto así mismo, mostrarlo sin miedo ni cobardía, y quedar a la espera de ser juzgado y valorado. El artista se somete constantemente a juicios, y prejuicios, de terceros. Las posibilidades de que te hagan daño son altas, pues inevitablemente las críticas a la obra –siendo esta una expresión muy subjetiva del artista- se asumen de forma muy personal. Desvincular la obra de los sentimientos del creador es imposible. Además el artista, para ir desarrollando y creciendo en su carrera, deberá una y otra vez defender su obra. Esto significa tener las cosas muy claras y apostar firmemente por los ideales, creencias e ilusiones de uno mismo. Es aquí donde el creador o la creadora se hallan en una situación muy vulnerable, donde la protección es muy importante. Esta protección será mayor cuanto más se haya desarrollado uno personalmente, es decir, cuanto más se conozca así mismo, cuanto más claro se tenga qué quiere y sueña uno en esta vida, cuanto más firme se apueste por los ideales, por un cambio positivo y cuanto más se crea que cuando uno lo da todo desde dentro, desde el espíritu y el amor, la fuerza y el poder de transformación son infinitas.

La creatividad artística por lo habitual va acompañada de una alta sensibilidad y empatía emocional. El hecho de conectarnos con nuestro interior generalmente nos vuelve más creativos, nos impulsa a expresarnos. Ahí es donde el arte cumple un papel fundamental, tanto en lo personal como en lo social. El arte supone un lugar donde cabe mucho de lo que se rechaza en otros ámbitos.

Aprovecho para darles la enhorabuena a todos los artistas por su valentía, y para brindar  todo mi apoyo y admiración a todos aquellos que por encima de todas las barreras, siguen trabajando y creando por construir una sociedad más justa, más bella y placentera.

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