El poder de la música

Fuente: Flickr | ravenmaven

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Este articulo aparece originalmente en Beamoflight.com un sitio web con recursos para vivir de forma practica la espirtualidad. 

Piense por un momento en su música favorita, cierre los ojos y tráigala a su mente. Seguramente le provocará cantar, bailar, tararear. Alguna reacción va a generar en usted. Y es que la música tiene un poder inigualable porque nos hace pensar, sentir y vibrar.

La música nos da energía, paz, nostalgia, gratos recuerdos y hasta nos ayuda a relajarnos. Siempre, sin siquiera pensarlo, la relacionamos con todo, por ejemplo, si queremos hacer una fiesta pensamos en la música como un elemento importante. Queremos tener una cena romántica, también es punto a considerar. Queremos hacer ejercicios, necesitamos música para que nos motive. Hacemos meditación, ella nos ayuda en este proceso.

Es así como todo, o casi todo, en nuestras vidas está relacionado con la música. Y decimos casi todo, porque, a pesar de su poder, mayormente no la utilizamos en lugares como el trabajo o la escuela. “Escuchar las melodías adecuadas no solo mejora la instrucción y el desempeño, sino que crea el ambiente ideal para retener y hacer más relevante, dinámico y divertido lo que aprendes”.

Pero, ¿qué la hace tan poderosa e importante? Estudiosos de la ciencia han llevado a cabo investigaciones que dan cuenta de ello. “Las investigaciones han descubierto que las personas se embarcan con las vibraciones y los ritmos musicales que escuchan”.

Nuestro cerebro está lleno de pensamientos, conscientes o inconscientes, que a su vez generan ondas electromagnéticas que vibran a diferentes ritmos. Estas ondas de mayor a menor vibración se clasifican en: Ondas Beta, Ondas Alfa, Ondas Teta, Ondas Delta. “La música tiene la capacidad de introducirte en un estado donde predomine cualquiera de estas ondas”.

De acuerdo a esto, las ondas Beta, de mayor vibración, actúan cuando estamos en momentos de mayor excitación, por ejemplo cuando bailamos o estamos haciendo ejercicios. Y en el otro extremo tenemos las ondas Delta que son las que más lentamente vibran y es cuando estamos durmiendo.

Es por ello que, de acuerdo al momento y situación en que nos encontremos, si la sabemos usar, la música podría a ayudarnos a desempeñarnos mejor o influenciarnos positivamente. Todo va a depender de saber escoger la música adecuada para el propósito que tengamos, si queremos conciliar el sueño no podemos escoger música bailable, porque las ondas de nuestro cerebro a la hora de dormir están vibrando mucho más lento que cuando estamos activos por las mañanas, por ejemplo.

La música nos ayuda a mejorar el humor y a intensificar las emociones. Diversos estudios han demostrado que las emociones de las personas se vuelven más positivas luego de que escuchan música.  Normalmente la música se usa de forma deliberada para crear o mantener un humor en particular, si estamos alegres, usamos música alegre que nos invite a bailar o cantar, pero de pronto si estamos deprimidos hacemos lo contrario y escuchamos algo que nos genere más depresión; otro ejemplo incluye una canción de cuna para tranquilizar a un niño.

Está igualmente comprobado que la música ayuda en el proceso de aprendizaje en los adultos y niños. Activa ambos costados del cerebro; cualquier actividad que la incluye puede mejorar la capacidad de procesamiento del cerebro. Escuchar música mientras se estudia para un examen aumentaría el nivel de memoria de los estudiantes, tal como queda demostrado en los puntajes altos.

Uno de los estudios más famosos es el Efecto Mozart, el cual fue llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de California y concluyó que luego de escuchar música de Mozart durante 10 minutos, el puntaje de los participantes en la prueba de IQ (coeficiente intelectual) aumentó considerablemente.

El cerebro tiene la capacidad de sentir la felicidad y la tristeza de la música. “Cuando se altera el tono y el tiempo de la música, las diferentes partes del cerebro que tienen conexiones neuronales son estimuladas y detectan la felicidad o la tristeza de la canción. El efecto de la música en las conexiones neuronales varía de persona a persona, pero ciertas áreas del cerebro no se activan cuando se colocan los diferentes tipos de música. El procesamiento de los diferentes ritmos, tonos, melodías, requiere que se activen múltiples áreas del cerebro”.

Por todo lo anterior, los médicos, psicólogos y otros expertos en diversas áreas recomiendan encontrar ese ritmo que nos motive en cada área o actividad de nuestra vida y utilizar el poder de la música en pro de nosotros mismos.

Referencias:

Gaby Vargas. Primero Tú
Anisha Chirmule: La influencia de la música en las neuronas
Laurence O’Donnell: Música y el cerebro

Articulo Original: beamoflight.com

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